Las formas de invadir un pais

Todos sabemos que la Edad Media terminó hace más de quinientos años. Los conflictos ya no se libran en el campo de batalla, donde antaño hombres de palabra medían la destreza de su brazo frente a un enemigo que, pese a ser el antagonista, merecía ser tratado con honor. Pero el honor ya no existe y la palabra, tampoco. La época del oscurantismo terminó y ya no es tan fácil invadir al vecino por la fuerza, alegar que “ellos” tienen tierras que “nosotros” necesitamos ha dejado de ser excusa suficiente para mover al pueblo a alzarse en armas contra sus primos de más allá de las montañas. Sin embargo, han surgido a mi criterio tres nuevas formas de acaparar los recursos de los demás: la invasión económica, la invasión cultural y la invasión por la libertad o la "paz".



INVASIÓN POR LA "LIBERTAD"
Un claro ejemplo de la invasion por la "libertad" puede verse en Libia, raramente un pais con abundante crudo, con un costo de producción ínfimo comparado a otros competidores. Libia exporta aproximadamente 1,5 millones de barriles de petróleo al día. 


Un plato mas que jugoso para muchos, así lo entendió la OTAN por lo menos, armando a los "Rebeldes" libios, que mas que rebeldes parecen mercenarios que aparte de instaurar caos, saquean todo lo que encuentran a su paso. Una evidencia de los verdaderos “principios” de los que se acogieron a la “democracia” OTAN-EEUU. Han destruido una nación próspera, no han respetado la vida ciudadana ni en hospitales, escuelas y residencias civiles. No conocen ni respetan leyes y convenios internacionales.

INVASIÓN ECONÓMICA


La invasión económica es un hecho practicado por los Estados Unidos en nuestros días, además de ser bastante sencilla. Para empezar, buscamos un país en vías de desarrollo con abundancia de recursos naturales, al que ofrecemos un préstamo de capital a través del Fondo Monetario Internacional o del Banco Mundial (entidades controladas por los Estados Unidos). Sin embargo, estos recursos económicos no van destinados al desarrollo social del país, sino a la construcción de infraestructuras de las que sólo salen beneficiados los poderosos. Nada de hospitales, universidades o ayudas a pymes, se harán aeropuertos, autopistas, puertos marítimos… ¿para qué quiere el pueblo un aeropuerto si no puede pagar un pasaje? El siguiente paso es exigir el pago de la deuda que, obviamente, el país en vías de desarrollo no puede pagar porque su estructura social no ha mejorado. Es ahora cuando viene la trampa: se le ofrece al país la condonación de su deuda A CAMBIO de que vendan sus recursos naturales a bajo coste, tal vez regalando sus pozos de petróleo, cediendo la explotación de sus minas o permitiendo la construcción de bases militares norteamericanas. El pueblo es, como siempre, el perjudicado y el oprimido. Pueden verlo en este video:


INVASIÓN CULTURAL


La invasión cultural también se produce, aunque a otras escalas. A través del cine y la televisión se nos vende el estilo de vida americano como el paradigma de la felicidad. Ser feliz es CONSUMIR, siempre posesiones materiales que habrá que pagar a precio de oro. Conducir cierto coche, vivir en un chalet con piscina o beber tal o cual refresco. Si no lo haces, eres un cutre. También nos inculcan el odio a sus enemigos: los árabes son unos terroristas, los sudamericanos unos narcos y los comunistas son poco menos que el demonio. Así, somos como los americanos, comemos hamburguesas, bebemos cocacola, celebramos halloween, flipamos con Hollywood y nos colgamos con Windows. Consumimos SUS productos para tener SU estilo de vida.
Señores, si yo me siento invadido, imaginaos como debe sentirse un muchacho de Panamá.


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